Érase una vez...
Un encantador joven belga quedó prendado de una hermosa doncella de España y, tan fuerte se hizo su amor, que decidieron casarse en una ceremonia íntima, dulce y original, poco vista por estos lares y llena de momentos y detalles tan especiales y suyos, como un Trono de Hierro (Juego de Tronos) pero hecho de patatas fritas...
O una tarta cubierta por un manto verde aceituna...
Lo reconozco: cuando vinieron al taller y me enseñaron su idea... Que síiiiii.... tengo debilidad por las tartas frikis... lo sé, soy una friky... ¡Y no pienso hacer nada por cambiarlo! Je, Je...
Ellos querían unir detalles y toques de los dos países en todo, lo que me pareció una idea genial. De ahí el trono, ya que son muy comunes en Bélgica los cornets de patatas fritas.¡ Me pareció muy divertido!
Y aquí podéis ver la tarta entera, de color y ramitas de olivo, muy español:
Además, su perrito Ricky no podía faltar en este momento tan especial:
Para terminar, endulzamos más el momento con una mesa llena de cupcakes, minicupcakes, cakepops y muchas chuches:
De verdad chicos, Sofía y Ro, muchas gracias por dejarme compartir este momento tan especial con vosotros. Sois encantadores y estoy segura de que sólo habrá momentos felices en vuestra nueva etapa.
¡Espero que os haya gustado!